Evaluación de la validez de pruebas diagnósticas

Autores: Gutiérrez César, Ramos Castillo José Raúl

Fragmento

La literatura médica actual pone en general un mayor énfasis en el tratamiento de las enfermedades; sin embrago, las tareas diagnósticas constituyen un núcleo importante en la práctica médica puesto que las decisiones clínicas se basan en la información obtenida de los pacientes mediante procedimientos diagnósticos. Cualquier medio utilizado para obtener información científica de un enfermo se puede considerar un método de diagnóstico, llámese historia clínica, examen físico, análisis de laboratorio u otros medios. El diagnóstico diferencial de una enfermedad pocas veces se hace utilizando una sola prueba; generalmente se requieren varias pruebas para poder establecer un diagnóstico definitivo. Por ejemplo, para llagar a un diagnóstico de hepatitis, se requiere contar con la historia clínica, datos de exploración física y una batería de pruebas (entre las que pueden mencionarse concentración sérica de bilirrubina, transaminasa glutámico oxalacética, transaminasa pirúvica, detección de antígenos virales, etc.). Sin embargo, la mayoría de los procedimientos diagnósticos no son tan claros. En esos casos, es importante descubrir las fuentes de error con el fin de medir su magnitud y obtener las bases para discriminar entre aquellas pruebas que son válidas a pesar de su error y de otras cuyos errores o variaciones las excluyen de determinados contextos clínicos.

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2006-11-03   |   773 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 10 Núm.1. Enero-Junio 2005 Pags. 65-73 CIMEL 2005; 10(1)