Fragmento

El hecho de determinar una escala para la valoración de los Traumatismos Encéfalo-Craneanos (TEC) obedece a una necesidad que nuestro Servicio tiene a partir de haber pasado a ser centro de referencia en trauma. La creación de un centro de trauma dentro de Cuidados Intensivos y la extensión de nuestro Servicio al resto de las camas del Hospital, sean en Cuidados Normales o Intermedios, ha incrementado notoriamente el número de casos de TEC y por ende las solicitudes de derivación a nuestro Servicio, esto último puso en evidencia diferencias existentes entre la interpretación del tipo de TEC derivado y el paciente recibido, generando algunas dificultades, fundamentalmente cuando la TAC no era realizada en nuestro Hospital y pese a la utilización de la escala de Glasgow como parámetro de derivación. Estas dificultades consistían en la aceptación de las solicitudes de derivación de pacientes para una de las tres áreas hospitalarias (Cuidados Normales, Intermedios e Intensivos) que al ser recibidos correspondían a otra área, con el inconveniente de internar un paciente en Cuidados Intensivos (UTI, Trauma) cuando su requerimiento real era para Intermedios y no se poseía cama en este último, o lo que es peor, la situación inversa. Debemos considerar, además, que la proyección evolutiva de los pacientes con TEC graves, puede ser graficada en base a esta escala y tener, acorde a una puntuación, un parámetro, complementario a otros existentes, que nos avale o nos haga revisar la conducta que estamos siguiendo.

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2006-11-17   |   516 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.2. Julio 1999 Pags. Rev Neurocir 1999; II(2)