La Salud Mental, todo un reto

Autor: Quiñonez Torres Liliana Stella

Fragmento

En el informe “La Salud Mental en el Mundo de la Organización Mundial de la Salud” (OMS), se estima que unos 450 millones de personas sufren trastornos mentales o neurológicos o problemas psicosociales como los relacionados con el abuso de alcohol y drogas. Una persona de cada cuatro se verá afectada por un trastorno mental en algún momento de su vida. La depresión grave se sitúa ya en el cuatro lugar entre las 10 causas principales de la carga mundial de morbilidad y, si las previsiones son correctas, en el término de los próximos 20 años llegará a ocupar el segundo lugar. En todo el mundo, 70 millones de personas sufren dependencia del alcohol. Unos 50 millones sufren epilepsia, y unos 24 millones padecen esquizofrenia. Entre 10 y 20 millones de personas intentan suicidarse cada año, y un millón de ellas, con frecuencia muy jóvenes, lo consiguen. Si bien es cierto que las cifras son alarmantes, lo es aún más el hecho que en el momento actual y a pesar de las investigaciones realizadas, muchos de nosotros consideramos que estar enfermo mentalmente es una derrota personal e incluso familiar, sentimos temor de hablar y afrontar la situación y guardamos la esperanza que nunca lleguemos a vivirla de manera directa o indirecta. Es así como las personas, consideradas enfermas mentales, sufren en soledad su condición personal, por temor a ser rotuladas, aisladas o excluidas socialmente. La OMS describe la salud metal como: un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. Factores de tipo biológico, social y psicológico influyen directamente en la salud mental, todos y cada uno de nosotros nos vemos afectados por las situaciones fluctuantes propias de la vida, la forma como reaccionamos ante las mismas, determina nuestras relaciones con el mundo y los seres humanos que nos rodean. Esta relación sujeto-mundo se torna patológica cuando las presiones sobrepasan los límites de resistencia del individuo.

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2006-12-08   |   1,122 visitas   |   Evalua este artículo 2 valoraciones

Vol. 9 Núm.3. Diciembre 2006 Pags. 191 MedUNAB 2006; 9(3)