Niños campesinos desplazados por la violencia:

una nueva minoría cultural en las escuelas urbanas colombianas 

Autor: Alvarez Beatriz

Fragmento

Carlos tiene 12 años y es uno de los niños mas aventajados de la comunidad de desplazados en la conocida zona negra de Barranquilla y cuenta, con mucho desparpajo, al periodista de Telecaribe sus primeras clases en la escuela de la hermana Luz Dary. El joven es todo un personaje entre adultos y niños, ayuda a explicar a los adultos situaciones y trámites que se dan en la ciudad y apoya a los niños nuevos en la adaptación al sistema escolar. El colegio no es más que un salón caluroso a medio hacer, donde hay 50 niños de todas las edades y de diferentes grados escolares, que no encuentran cupo en las escuelas públicas y que son instruidos aquí mientras comienza el próximo año escolar. La profesora, que disfrutaba de su pensión en casa y ahora les dedica unas horas diarias, se alegra de que sus niños lleguen sin saber mucho, ni del currículo ni de cómo son las cosas en un colegio de ciudad y sin embargo, luego logran integrarse mejor a la escuela que los otros que llegan directamente de la escuela rural a la de la ciudad. “El primer día de clase la seño dijo: saquen todos la agenda, ¡miércoles! Y yo no sabia que era eso, entonces miraba pa´ un lao y pa´ otro y no entendía bien que era lo que quería la seño. Ya después fui cogiéndole el hilo a todo y me ha gustado mucho el colegio, porque ajá, aquí nos enseñan cosas importantes pa´ nosotros que venimos del monte y que tenemos que vivir ahora aquí en la ciudad... la seño es muy exigente y nos hace estudiar bastante pero también nos dice de buena manera como son las cosas, cómo debemos hacer las cosas...”

Palabras clave:

2006-12-08   |   1,090 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 54 Núm.3. Julio-Septiembre 2006 Pags. 219-224 Rev Fac Med Univ Nac Colomb 2006; 54(3)