Fragmento

Nuestro sistema de salud ha sido convocado a una trascendental tarea, elevar la expectativa de vida de los cubanos y cubanas a 80 años de edad, esto constituye un gran reto, todos los que de una forma u otra intervenimos en el proceso de prevención, diagnóstico precoz, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos de las enfermedades neoplásicas, debemos jugar un papel activo, ya que estas presentan un incremento constante en cuanto a incidencia y mortalidad con una marcada tendencia a ocupar la primera causa de muerte en nuestro país , lo cual es un hecho ya en algunos municipios de nuestra provincia. A la luz de los conocimientos actuales, se plantea que entre el 30-40% de los cánceres son prevenibles, el 30% son curables con el arsenal de medios diagnósticos y terapéuticos utilizados en la actualidad y el otro 30% puede ser objeto de acciones de salud que eleven la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares. Esto hace imprescindible la rápida implementación de estrategias de intervención encaminadas a lograr resultados satisfactorios en el proceso de atención a estas patologías. Los descubrimientos de los últimos años sobre la biología tumoral, los avances terapéuticos alcanzados en el mundo y en nuestro país, así como la introducción y desarrollo de nuevas tecnologías, hacen posible que el futuro de los tratamientos de las enfermedades malignas sea visto con optimismo. Una de las mayores fortalezas de nuestro sistema de salud, es la posibilidad de integración entre los hospitales y la atención primaria, que permite enfrentar las patologías oncológicas utilizando una estrategia integral de intervención, para lograr, en un periodo relativamente corto de tiempo, el propósito de convertir la lucha contra el cáncer en un problema de la sociedad en su conjunto y no sólo del sistema de salud.

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2006-12-22   |   753 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 10 Núm.1. Enero-Marzo 2006 Pags. Corr Med Cient Holg 2006; 10(1)