Autor: Lugones Botell Miguel A
La sintomatología de la enfermedad de Van Gogh se ha dicho que era multiforme y cambiante. En el primer plano de las fases agudas había estados de excitación afectiva que aparecían y desaparecían rápidamente en instantes, a los que se unían pensamientos delirantes religiosos y filosóficos, alucinaciones acústicas bajo la forma de voces, alucinaciones ópticas y probablemente también temores a haberse envenenado. Sufría de perturbaciones del sueño, y el síntoma conductor que aparecía continuamente era la angustia, que también en los estados de agotamientos postremisión se manifestaba como temor a una recaída. También hay indicios inequívocos que hablan a favor del polo contrario, la felicidad, o sea el entusiasmo durante las fases agudas. El mismo Van Gogh se describió repetidas veces durante los estados de excitación como desorientado; el vago recuerdo de las psicosis agudas indica ligeras perturbaciones de la conciencia. En cambio, la tristeza y la falta de voluntad se presentaban solo fuera de las fases de excitación psicótica. El primer diagnóstico y probablemente el más importante es el de una epilepsia, propuesto por el director de la clínica en Saint Remy, el doctor Peyron, al recibir al artista. Otros autores apoyaron más tarde ese diagnóstico. Así, por ejemplo, Evenson observó que una manía con alucinaciones terroríficas coincidía plenamente con la definición de epilepsia como enfermedad fundamental de aquella época. A decir verdad, Evenson no ofreció ningún argumento a favor de ese diagnóstico, pero lo mantuvo, porque una parálisis progresiva o una dementia praecox le pareció improbable. Señaló, sin embargo, que durante toda la internación en Saint Remy no se observó ningún ataque convulsivo epiléptico.
2007-01-11 | 1,392 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 22 Núm.2. Abril-Junio 2006 Pags. Rev Cubana Med Gen Integr 2006; 22(2)