Autores: Castro Ricardo, Bugedo T Guillermo
Errare humanum est Hace ya 6 años, el Institute of Medicine (entidad sin fines de lucro con sede en Washington D.C., dedicada a la evaluación de las relaciones entre ciencia, medicina y salud) reportó que 98.000 personas fallecían anualmente como resultado de errores médicos, de un total de 33 millones de ingresos hospitalarios, sin considerar los errores pasivos o por omisión, sólo en los EEUU. Esto generó un fuerte movimiento en la comunidad médica americana e internacional con el objeto de hacer la atención de salud más segura, particularmente en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). La seguridad en la atención, un tópico poco comprendido y menos aún discutido en el entorno médico, ha sido el foco creciente de atención de autoridades gubernamentales, compañías aseguradoras de salud y últimamente del común de la gente. En los países del hemisferio norte de América y en Europa Occidental, desde hace algún tiempo, los médicos dedicados a los cuidados intensivos han reclamado progresivamente un reconocimiento formal de la disciplina frente a las otras especialidades. Durante los últimos años la medicina intensiva ha ido tomando su lugar como una especialidad constituida, dinámica, demandante de recursos dedicados y de entrenamiento específico.
2007-01-17 | 663 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 20 Núm.2. Abril-Junio 2005 Pags. 58-60 Rev Chil Med Inten 2005; 20(2)