Autor: Vara Ana María
Toda tecnología que tenga que ver en algún aspecto con la reproducción instala una desigualdad básica entre hombres y mujeres. En el caso de la clonación terapéutica, un punto crítico es, obviamente, la provisión de ovocitos: un recurso escaso, de difícil obtención, pleno de significaciones psicológicas y culturales, y que sólo puede proveer una determinada población: las mujeres jóvenes. Por esta razón, la empresa Advanced Cell Technology, que fue la primera en realizar ensayos de este tipo -intento en el que participó el científico argentino José B. Cibelli-, después de un “arduo debate” con su comité de ética, ofreció 4.000 dólares a cada donante de ovocitos, como compensación por su aporte y por la molestia de la extracción -que implica un procedimiento invasivo con una fase de estimulación, otra de seguimiento y una pequeña cirugía final. No se habló entonces de compra-venta, sino de donación y reconocimiento. En la obtención de ovocitos para pacientes de fertilización in vitro, la transacción es similar: la compensación standard en EE.UU., por estos días, es de unos 7.000 dólares. Aunque si la pareja en busca de ovocitos tiene recursos y quiere elegir a la “donante”, puede ofrecer más de 50.000 dólares. Estos avisos se encuentran habitualmente en los diarios de las universidades, donde está el pool de donantes jóvenes -y supuestamente inteligentes- que estas parejas buscan.
2007-01-18 | 1,277 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.1. Abril 2004 Pags. 33-35 Qviva 2004; 3(No. Esp.)