Autor: Caraveo Anduaga Jorge Javier
Antecedentes: Los estudios acerca de la psicopatología del desarrollo han mostrado que algunos problemas y trastornos iniciados en la infancia persisten hasta la edad adulta, cuando se asocian a otros trastornos psiquiátricos. Los resultados aportados por el Consorcio Internacional de Epidemiología Psiquiátrica, que incluye datos de la población adulta de la Ciudad de México, han encontrado que los trastornos de ansiedad con inicio temprano en la vida preceden el uso, el abuso y la dependencia a sustancias, lo que subraya la necesidad de identificar tempranamente problemas que con el tiempo conducen a otras patologías. Así, el panorama epidemiológico de los trastornos mentales en México muestra que la magnitud y trascendencia de los trastornos mentales es amplia e importante, por lo que se requieren acciones sistemáticas y programadas con fines tanto preventivos como curativos. Un tercio de la demanda de servicios de salud mental en el primer nivel de atención deriva de problemas psicopatológicos en la infancia, y muchos de los niños acuden en fases avanzadas y con diversas complicaciones. Con esta panorámica, se consideró como una tarea necesaria desarrollar una herramienta que permita a los trabajadores de la salud identificar tempranamente las manifestaciones de una posible condición de riesgo en la salud mental de los niños. De esta manera, se espera contribuir y apoyar el desempeño de los programas de salud pública enfocados a velar por el buen desarrollo de la salud física y mental de los niños y adolescentes. En México los estudios epidemiológicos acerca de la salud mental de los niños se iniciaron en la década de 1980. Entonces se utilizaba como herramienta el Cuestionario de Reporte para Niños (RQC), elaborado hacia fines del decenio anterior en el contexto de un estudio en colaboración de la Organización Mundial de la Salud para extender la atención a los problemas de salud mental en los países en desarrollo. En nuestro país, el instrumento mostró tener un valor de predicción positivo de 76.1% y un valor de predicción negativo VPN de 99.2%. Sin embargo, los alcances se limitan a señalar la magnitud de la problemática, quedando pendiente por identificar cuáles son los tipos de trastornos que se presentan en niños y adolescentes. El Cuestionario Breve de Tamizaje y Diagnóstico (CBTD) se desarrolló a partir de la experiencia acumulada con el RQC. Se agregaron 17 preguntas que exploran síntomas que frecuentemente son motivo de consulta en los servicios de salud mental y que se refieren, algunos de ellos, a síntomas cardinales de diferentes trastornos. Este trabajo tiene como finalidad presentar la manera en que el instrumento fue probado y desarrollado con base en la información obtenida en un estudio epidemiológico en la población de la Ciudad de México. Las hipótesis fueron las siguientes: - Para la mayoría, más de 50%, de la población infantil y adolescente, se espera que se reporte la ausencia de síntomas o la presencia esporádica de algunos de ellos. - Entre aquellos en que se reporte mayor sintomatología, se espera que los síntomas se agrupen formando asociaciones orientadas hacia la presencia de probables síndromes psicopatológicos definidos en el DSM-IV y en la Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE-10. Método: El CBTD se incluyó como parte de la información que se recabó para estudiar la morbilidad psiquiátrica en la población general adulta de la Ciudad de México. El tamaño final de la muestra fue de 1932 sujetos adultos de entre 18 y 65 años de edad. En 927 hogares, los adultos entrevistados reportaron tener hijos entre los 4 y 16 años. A estos adultos se les aplicó/llenaron/completaron un CBTD por cada hijo que tuvieran en el rango de edad mencionado y que vivieran con al adulto entrevistado. Así, se obtuvo información acerca de un total de 1685 menores. El análisis se realizó de la manera siguiente. En primer término, se estudió la consistencia interna del cuestionario por medio del coeficiente de Kuder-Richardson. Segundo, utilizando el CBTD como escala, se estudió estadísticamente la distribución del puntaje en términos de la mediana y de los percentiles con intervalos de confianza de 95%, para establecer la norma poblacional e identificar a la fracción más sintomática. Tercero, en virtud de que las respuestas al CBTD son dicotómicas, para identificar agrupaciones sintomáticas entre la población y probar así la validez de construcción, se realizaron análisis de cúmulos o clusters. Adicionalmente, se realizaron análisis factoriales con la misma finalidad. Resultados: La consistencia interna del cuestionario resultó ser de 0.81, con un rango entre 0.75 y 0.85 para los diferentes grupos de edad. Lo anterior indica que el instrumento puede utilizarse confiablemente como una escala en diferentes edades. El punto de corte para definir “caso” se estableció utilizando el intervalo de confianza superior del percentil 90, esto es, cinco síntomas. El análisis por cúmulos identificó ocho agrupaciones denominadas: Inhibición, ansiedad, enuresis, disocial, retraso, atención, ánimo y conducta. Resultados similares se obtuvieron de los análisis factoriales, lo que indica que el instrumento capta efectivamente aspectos relevantes y acordes con la clínica respecto de los síndromes psicopatológicos más frecuentes en la infancia y adolescencia. Discusión y conclusiones: Es importante resaltar que la base del CBTD es el reporte de síntomas que a menudo son motivo de búsqueda de ayuda en los servicios clínicos, investigando al mismo tiempo su frecuencia en la población general. Es decir, el cuestionario parte de la manera en que la gente expresa y busca ayuda para su malestar, base a partir de la cual se define el umbral de “caso” y se delimitan probables trastornos. Así, se apega al principio básico que señala que el tamizaje no implica simplemente plantear en forma de preguntas los criterios diagnósticos. Los resultados mostraron que el CBTD posee una adecuada consistencia interna, así como validez de construcción en cuanto a grupos sintomáticos que orientan hacia la presencia de los síndromes psiquiátricos más frecuentes en estas etapas de la vida. De esta manera, el CBTD cumple con el objetivo para el que se diseñó, es decir, servir como una herramienta para estudios epidemiológicos, para la práctica médica general y pediátrica y, sobre todo, para la vigilancia de la salud mental en la infancia y adolescencia.
Palabras clave: Tamizaje salud mental infancia adolescencia.
2007-02-03 | 3,060 visitas | 1 valoraciones
Vol. 29 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2006 Pags. 65-72 Salud Ment 2006; 29(6)