Autores: Cortes Flores Raúl, Cobos Aguilar Héctor, Benavides Caballero Teresa de Jesús, Barrera Monita Juventino
Antecedentes: Las estrategias educativas que fomentan la participación del alumno son un tema de actualidad. El grado de desarrollo de la aptitud clínica que alcanzan los alumnos de cursos de especialización en medicina debe evaluarse con instrumentos pertinentes. Objetivo: Evaluar la aptitud clínica en el desenvolvimiento durante situaciones problemáticas propias y cotidianas del área de la ginecoobstetricia en un grupo de residentes de la especialidad. Material y métodos: Se realizó un estudio prospectivo y longitudinal. Se aplicó en dos ocasiones un instrumento de evaluación de la aptitud clínica a un grupo de médicos ginecoobstetras, el primero al cursar el segundo año de la especialidad y el segundo al finalizar el cuarto. El instrumento se constituyó con cinco casos clínicos, 115 reactivos divididos en cinco indicadores y se validó en dos rondas por expertos. Se calcularon las respuestas al azar, con base en el análisis estadístico de los resultados con prueba de Wilcoxon y la prueba de la ji al cuadrado. Resultados: Participaron nueve médicos en la primera evaluación (mediana 45) y ocho en la segunda (mediana 68.5), y mostraron entre sí una diferencia estadísticamente significativa. El reconocimiento de reactivos por indicador y por caso clínico fue igualmente superior en la segunda medición. Hubo un avance en la ubicación dentro de la escala de calificaciones al colocarse siete de sus elementos en la categoría de mediana puntuación. Conclusiones: Cursar una residencia médica con estrategias educativas tradicionales permite el desarrollo de la aptitud clínica. Sin embargo, una evaluación de tipo participativa pone de manifiesto un avance por debajo de lo óptimo.
Palabras clave: Aptitud clínica ginecoobstetricia residentes.
2007-02-06 | 3,671 visitas | 4 valoraciones
Vol. 8 Núm.32. Julio-Septiembre 2006 Pags. 152-157 Med Univer 2006; 8(32)