Autores: Curiel Balsera Emilio, García Rodríguez Francisco Mario, Mora Ordóñez Juan, Salguero Piedras Miguel, Benítez Lozano José Antonio
Los aneurismas de aorta abdominal causan del 1 al 3% de todas las muertes de hombres entre 65 y 85 años en países desarrollados. Generalmente son asintomáticos y su evolución natural son a la rotura, momento en que suelen diagnosticarse. La incidencia del aneurisma de aorta abdominal ha aumentado en los últimos 20 años, en parte debido al envejecimiento de la población y al tabaco y la hipertensión como causas predisponentes mas frecuentes. La mayor parte de los aneurismas asintomáticos diagnosticados casualmente no necesitan cirugía correctora ya que es el diámetro del aneurisma el mayor predictor del riesgo de ruptura y éste aumenta exponencialmente por encima de los 5 cm. La intervención quirúrgica clásica presenta índices de morbilidad entre 15 y 30% y de mortalidad que varia de 5 a 10%, tasas que aumenta substancialmente en pacientes de edad avanzada y en aquellos con comorbilidades cardíacas, pulmonares y renales. El tratamiento endoluminal de los aneurismas de la aorta abdominal aparece al inicio de la década de los noventa con el primer implante en humanos realizado por Parodi y colaboradores. El objetivo del procedimiento es la exclusión del aneurisma de la circulación, recurriendo a la intubación entre el lumen proximal y distal a la lesión, mediante la inserción de un dispositivo tubular impermeable a la sangre, anclable por stents metálicos y que se fija en los segmentos de arteria proximal y distal mediante su propia fuerza radial.
2007-02-14 | 2,311 visitas | Evalua este artículo 1 valoraciones
Vol. 3 Núm.5. Septiembre-Octubre 2006 Pags. 122-126 MEDICRIT 2006; 3(5)