Autor: Castro Eduardo
Para que un coito sea fecundante se necesita de parte del varón que deposite en el fondo de saco vaginal, en contacto con la secreción cervical, un número adecuado de espermatozoides normales y nutridos por secreciones sanas de las glándulas sexuales masculinas accesorias. Cuando al cabo de un tiempo razonable una pareja no ha tenido hijos estando teóricamente en condición de haberlos conviene hacer la espermatobioscopía, recogiendo el semen en el fondo de saco vaginal según la técnica de RODRÍGUEZ VILLA: Abstinencia de relaciones matrimoniales por unos 5 días; práctica de coito único normal; la mujer permanece después en decúbito supino durante 15 minutos, con un cojín abajo del sacro. Al cabo de ese tiempo se hace la colección del líquido que escurra espontáneamente por la vagina por gravedad al colocarse en posición sentada y entreabriendo la vulva con los dedos; este líquido se colecta en una caja de Petri esterilizada y su estudio se practica en el laboratorio antes de las 2 horas de practicado el coito. El estudio consiste en la determinación del pH; la cuenta del número de espermatozoides por centímetro cúbico; la apreciación de las alteraciones morfológicas anatómicas del espermatozoide; y la observación de su vitalidad y motilidad de hora en hora por 6 horas. Este método permite que se estudie el líquido espermático en su medio externo fisiológico (las secreciones genitales femeninas). Tiene otras grandes ventajas y el único inconveniente de no permitir conocer el volumen total del eyaculado masculino (generalmente 2.5 c.c.).
2007-02-22 | 2,188 visitas | 2 valoraciones
Vol. 75 Núm.1. Enero 2007 Pags. 56-58 Ginecol Obstet Méx 2007; 75(1)