Autor: Ugarte Ubiergo Sebastián
Si bien en sus formas iniciales la resucitación cardio-pulmonar es un intento tan viejo como la humanidad misma, en las últimas décadas hemos vivido una metódica búsqueda por realizarla con éxito. Uno de los aspectos que es objeto de debate actualmente es el relativo a las drogas presoras que utilizamos para este fin. Ya en 1992 Karl Lindner descubrió que existía una gran liberación de vasopresina (VP) endógena inmediatamente después de un paro y que cuanto mayor era esta concentración era mayor también la probabilidad de recuperar el ritmo espontáneo. Este mismo grupo prosiguió más tarde con el estudio de los efectos de la VP en la reanimación de cerdos.
2007-03-15 | 892 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.1. Enero-Marzo 2004 Pags. 41-42 Rev Chil Med Inten 2004; 19(1)