Aneurisma aislado gigante de arteria ilíaca común

Autores: Marín P Juan, Olguín L Ricardo, León Z Patricio, Schweizer H Helmuth

Resumen

Introducción: Los aneurismas solitarios de la arteria ilíaca son poco frecuentes, además de ser difíciles de detectar por su localización en la pelvis, lo cual se asocia a una alta mortalidad cuando se complican de ruptura. En la literatura extranjera existen casuísticas más bien pequeñas que han sido reunidas en un período largo de tiempo. En nuestro medio sólo hay un reporte en la literatura nacional, motivo por el cual presentamos un caso clínico de un aneurisma aislado gigante de arteria ilíaca. Material y Método: Se presenta el caso de un paciente hombre de 84 años, sin antecedentes de patologías preexistentes, quien consulta por masa pulsátil en fosa ilíaca derecha asintomática, demostrándose por ecografía la presencia de aneurismas ilíacos bilaterales, mayor a derecha. Tomografía computada confirma el diagnóstico y las dimensiones, llamando la atención que el aneurisma ilíaco derecho mide cerca de 10 cm de diámetro, sin sintomatología ni amenaza de ruptura. Se somete a cirugía reconstructiva arterial, realizándose reemplazo aortobiilíaco con prótesis bifurcada de Dacrón a través de un abordaje transperitoneal. Resultado: Cirugía bien tolerada con un postoperatorio sin incidentes, controlándose al cuarto mes de operado, encontrándose el paciente asintomático. Discusión: Los aneurismas solitarios de la arteria ilíaca son poco frecuentes. Afectan al adulto mayor principalmente a hombres. La etiología es de tipo degenerativa, pero también se han descrito de tipo micóticos y congénitos o secundarios a Síndrome de Marfán, Ehlers-Danlos, arteritis de Takayasu, Necrosis quística de la media, disección espontánea y secundarios a trauma. El segmento más afectado es la arteria ilíaca común. La Tomografía Computarizada es el método de elección para confirmar el diagnóstico, su dimensiones y la localización, la angiografía se emplea en el caso de sospechar enfermedad oclusiva arterial asociada y cuando se plantea su tratamiento vía endovascular. Pueden originar síntomas de compresión de órganos vecinos y fistulizarse al intestino u otras estructuras. Sin embargo, la mayor complicación es la ruptura que lleva asociada una alta mortalidad. De allí que los mejores resultados de tratamiento se obtienen cuando se operan en forma electiva aquellos con un diámetro mayor de 3 cm. El tratamiento de elección sigue siendo el reemplazo protésico del segmento afectado mediante cirugía vascular convencional. La terapia endovascular es una atractiva alternativa de tratamiento pero aún sus resultados no son comparables a la cirugía tradicional. Como conclusión, los aneurismas de la arteria ilíaca deben ser operados en forma electiva una vez diagnosticados, siempre que su diámetro exceda de 3 cm, mediante cirugía convencional de reemplazo protésico.

Palabras clave: Aneurisma ilíaco.

2007-03-22   |   3,028 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 56 Núm.5. Septiembre-Octubre 2004 Pags. 486-489 Rev Chil Cir 2004; 56(5)