Autor: Castillo Yañez Pedro
Autoridades universitarias, académicas y científicas, amigos y colegas todos: Hay frases, expresiones, que por tanto repetirlas se van haciendo planas. Pierden el brillo de la intención inicial y se escuchan como una rutina. Eso ha ocurrido con los agradecimientos de introducción que se dan por una designación o representación societaria o institucional. A las gracias, el elegido agrega la emoción y los sentimientos que lo invaden y que desea compartir. Esta noche, les puedo asegurar que estoy estremecido por el momento que me han dado. Estamos en la confluencia de dos instituciones, las únicas, a las que, sin metáforas, les di los mejores esfuerzos de toda mi vida. La Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, me educó, me acogió, recorrí toda la carrera docente y enseñé en ella. La Sociedad de Cirujanos de Chile es el lugar de encuentro natural de todos los que ejercemos la cirugía. En ella confrontamos ideas y experiencias. Ingresé en octubre de 1954. En su seno presenté mis esfuerzos clínicos, experimentales y docentes. Cumplí funciones en su directorio y tuve distinciones. Por razones que no son de este ambiente estuve largo tiempo separado físicamente de ambas instituciones. Mi espíritu estuvo siempre con ellas. Hice todo por no alejarme. La enseñanza y la cirugía son el nudo de mi existencia.
2007-03-22 | 731 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 56 Núm.3. Mayo-Junio 2004 Pags. 285-288 Rev Chil Cir 2004; 56(3)