Sobre la “impactolatría” y otras perversiones científicas

Autor: Sauquillo J

Fragmento

En este número de Neurocirugía el editor abre una nueva etapa de la revista y anuncia cambios importantes en el comité editorial, en el equipo de revisores y en todo el proceso editorial. Estos cambios coinciden con la buena salud de la revista como queda reflejado por el índice bibliométrico oficial, el factor de impacto (FI). Creado por Garfield en los años 1960 el FI lo calcula cada año el instituto Thomson ISI para cada una de las 3700 revistas biomédicas incluidas en la base de datos del Science Citation Index (SCI)2. El FI de Neurocirugía en el año 2000 fue de 0.15 subiendo hasta 0.29 en 2004. Este es un motivo para alegrarse ya que, justifica en si mismo, la permanencia de una revista cuya existencia muchos en su momento cuestionaron. El FI de Neurocirugía tiene un valor añadido (aunque no medible), cuando se considera que su algoritmo de cálculo penaliza a las revistas en castellano y que su aumento coincide en el tiempo con un decremento progresivo del FI de revistas emblemáticas de nuestra especialidad como el Journal of Neurosurgery que ha pasado de un FI de 2.91 en 2000 a 2.57 en el año 2004. Como referencia Neurosurgery tiene en 2004 un FI de 2.51 y Acta Neurochirurgica, la revista neuroquirúrgica europea, obtuvo un FI de 1.08 en 2004. Sin entrar en el análisis pormenorizado de las causas de estas oscilaciones, y de su relevancia o irrelevancia para nuestra especialidad, cualquier momento de transición es adecuado para la reflexión, el debate y la crítica. En este editorial la intención del autor es hacer algunas reflexiones sobre el uso y el abuso del FI como vara de medir de nuestra actividad científica y de nuestro currículo.

Palabras clave: Proceso editorial índice bibliométrico factor de impacto.

2007-03-26   |   609 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.2. Marzo-Abril 2006 Pags. 102-104 Neurocirugía 2006; 17(2)