Fragmento

Desde la antigüedad, el hombre se ha preguntado a qué era debida cierta luminiscencia corpórea o emanaciones luminosas que podían ser observadas en determinados personajes de gran relevancia, sobre todo, en aquellos considerados de procedencia divina o iluminados. Así, ya en el antiguo Egipto, se podía observar cómo determinadas figuras de diosas o dioses, eran representados con una especie de aureola en la parte superior de la cabeza, tal sería el caso de la diosa Sekmek, así como también alrededor de los dioses Isis y Osiris. Esta cualidad se fue manteniendo con el paso de los tiempos, y en todas las culturas conocidas, se podía observar cómo dicho fenómeno se seguía representando en los distintos grabados, pinturas y bajorrelieves, donde a determinados personajes de tipo religioso, como Buda, Mahoma, Moisés y sobre todo Jesús, por poner algunos ejemplos, son representados con un fulgurante halo de luz que les rodea la cabeza.

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2007-03-28   |   1,480 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 22 Núm.4. Octubre-Diciembre 2006 Pags. Rev Cubana Med Gen Integr 2006; 22(4)