Fragmento

La historia del periodismo argentino ha sido jalonada por publicaciones que, a lo largo de la misma, se han constituido en hitos fundamentales. Así podríamos mencionar a Crítica, Noticias Gráficas y El Mundo. Pero también han existido otros esforzados medios de prensa como el recordado Pampero de Parque Patricios nacido en los pasillos de nuestro hospital que, aún en su precariedad, brindó testimonio de la época con un estilo que los críticos de aquel entonces no dudaron en tildar de “incalificable”, adjetivo que, a la luz de las crónicas a las que hemos tenido acceso, parece excesivamente generoso. La redacción del Pampero cobijó toda una pléyade de jóvenes que ejercieron con fervor, una conmovedora fidelidad a las cosas del barrio, como pueden dar fé las medias lunas rellenas de la panadería El Boulevard de Caseros. Muchas de las páginas memorables de aquel periódico surgieron al calor de una grande mitad napolitana, mitad calabresa que hacían en El Globito y no hace falta recordar los editoriales apasionados que se gestaron en el mostrador de la pizzería del Polaco de Pedro Echagüe y La Rioja, vertidos en el fragor de una picada de fainá y moscato. Agudeza intelectual, rigidez investigativa y profundidad filosófica fueron algunas de las virtudes que El Pampero nunca pudo ostentar. Pero estas pequeñas carencias quedaron compensadas por haber sido este el único medio que registró, en su sección deportiva, la mitológica existencia de un equipo de fútbol indescriptible, que la memoria popular recuerda como el Sportivo Sardá.

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2007-03-29   |   776 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.4. Octubre-Diciembre 2004 Pags. 150 Rev Hosp Mat Inf Ramón Sardá 2004; 23(4)