Los partos del ‘76

Autor: Valenti Eduardo Alberto

Fragmento

Corría el año 1976. En marzo aprobé mi última materia, en abril rendí examen de residencias y en junio tomaba el cargo de Residente de Primer Año en la Maternidad Sardá. Un viernes por la tarde se realizó la adjudicación de cargos y nos dijeron que nos presentáramos al día siguiente. Pero si mañana es sábado –dijo uno de nosotros. –Sí, ¿y qué? –nos respondieron. Ese sábado a las 8 horas estaba viendo pacientes con mi residente de segundo año en el primer piso de mi querida maternidad. Tenía 22 años y un solo objetivo: aprender. La vida del residente de primer año era: de 8 a 11 horas, evolucionar las pacientes de la sala; de 11 a 12 horas, clase; de 12 a 13 horas, almuerzo; de 13 a 14 horas, clase y de 14 a 17 horas, consultorio externo. A esto se agregaban las guardias: un día cada tres, conocido en la jerga como 24 por 48 (un día guardia, dos no, luego un día guardia, dos no y así…) Para sorpresa de los lectores debo aclarar que en esa época se trabajaba los sábados de 8 a 12 horas. En esos tiempos los residentes de primer año vivíamos enfrascados en el trabajo hospitalario y cuando quedaba algo de tiempo lo dedicábamos a estudiar. Por eso, tal vez, no conocíamos con profundidad ni imaginábamos lo que pasaba afuera, en el mundo real.

Palabras clave: Residente maternidad parto.

2007-03-29   |   688 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.4. Octubre-Diciembre 2004 Pags. 154 Rev Hosp Mat Inf Ramón Sardá 2004; 23(4)