Fragmento

En éste encuentro con Uds. no les voy a hablar de medicina ni de obstetricia, es más, no quiero hacerlo. Les voy a hablar de historia... de una pequeña historia que, podemos decir, es el inicio de lo que fue luego el equipo obstétrico que se dedicó al seguimiento de las pacientes con problemas inmunohematológicos. Era un día como tantos otros y me encontraba en mi despacho del 3° piso abocado a la tarea diaria del visado de las historias clínicas, del pedido de análisis, de los resultados, de la evolución de los médicos, de las acciones de enfermería, etc., cuando una técnica de hemoterapia (Celia, según creo recordar) me comenta la presencia de una paciente que se encontraba en el hall de acceso a los consultorios externos totalmente desorientada, descargando su angustia en un mar de lágrimas. La Sra. había sido derivada a la Maternidad Sardá por un cuñado médico. Sin saber a quién recurrir ni con quién contactarse, totalmente perdida, fue encontrada por esta técnica y con mi autorización fue traída a mi presencia. Con la voz entrecortada por los sollozos y las lágrimas, pude entender que hacía días había tenido un parto prematuro con un hijo hidrópico. Era Rh negativa y luego de un aborto, no recuerdo si espontáneo o provocado, quedó embarazada y el final fue el antedicho.

Palabras clave: Enfermedad hemolítica inmunohematogía transfusiones.

2007-03-29   |   679 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.4. Octubre-Diciembre 2004 Pags. 182-183 Rev Hosp Mat Inf Ramón Sardá 2004; 23(4)