Autor: Pérez Machado Leopoldo
En una catástrofe metabólica, y la Pancreatitis Aguda (P.A.) seguramente lo es, debe intentar identificarse factores que permitan predecir la evolución de la misma. La necrosis celular consecuencia de auto digestión pancreática libera al torrente sanguíneo un cúmulo de elementos que ocasionan fenómenos sistémicos. En su interesante comunicación sobre el tema, Torres y coautores reportan la utilidad de interleukinas para predecir la evolución en una pancreatitis; sus resultados preliminares permiten sugerir que la dosificación de IL-6 puede ayudar en éste sentido. En el paciente con ésta patología, es necesario emplear un enfoque global donde estén incluidos no solo exámenes de laboratorio sino estado general del paciente, efectos sistémicos, perfusión del tejido pancreático, antecedentes, etc. Desde el punto de vista clínico se han empleado muchos esquemas. Uno de los primeros y de gran difusión es el reportado por Ranson luego modificado, agregando distintos criterios como el “Acute Physiologic and chronic health evaluation” APACHE II, el de Balthazar-Ranson donde se emplean hallazgos de Tomografía, el “Bali Model”; todos ellos con la intención, de predecir en distintas etapas del proceso, su evolución. La severidad de una PA se define por la presencia o ausencia de dos factores: a- Falla orgánica (Shock, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal, hemorragia digestiva) cuya persistencia produce una mortalidad de 40%-50% y b- necrosis pancreática la cual puede evolucionar hacia infección. El grado de necrosis se puede estimar utilizando Tomografía axial computarizada helicoidal con contraste intravenoso, evaluar la micro circulación y por lo tanto la perfusión tisular.
2007-04-04 | 1,417 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 60 Núm.3. Junio-Septiembre 2006 Pags. 161 Revista GEN 2006; 60(3)