Autor: Zavala Nelly Cristina
Pequeño, suave y frágil, son tus manos miniaturas perfectas. Diminuta y ávida tu boca reclama la vida, gota a gota. Apenas abiertos tus ojitos contemplan rostros esfumados, y luces y sonidos invaden, ese tu mundo tan resguardado. Cada día que transcurre, es una victoria lograda, y así te sorprende la mañana aguardando una caricia anhelada. Escurridizo, inquieto explorador de incubadoras, tan pronto se sueltan los cables y las guías, y recuperas la libertad y autonomía, ¿quién se atreve a doblegar tu instinto aventurero? Una voz, suave y amigable susurrando palabras a tus oídos, es capaz de despertar misteriosos mecanismos que te sumergen en seguridad y calma. Pequeño niñito rosado, de fina pelusa, tu piel de durazno, nosotros, los que desde aquí afuera te contemplamos, queremos decirte: ¡cuánto te amamos!
2007-04-11 | 65,275 visitas | 11 valoraciones
Vol. 20 Núm.1. Enero-Marzo 2001 Pags. 41 Rev Hosp Mat Inf Ramón Sardá 2001; 20(1)