El problema de la transición de jóvenes adultos con enfermedades especiales a hospitales de adultos.

La fibrosis quística como ejemplo 

Autor: Lentini Eduardo R

Fragmento

La fibrosis quística es un buen ejemplo de lo que pasa con muchas enfermedades crónicas al entrar en la adolescencia-adultez. Pacientes que normalmente eran tratados en hospitales pediátricos, deben enfrentar su transición a hospitales de adultos al sobrepasar ciertas edades. Este tema es mucho más difícil en la fibrosis quística (FQ), ya que la existencia de centros de FQ, especializados en el tema, ha permitido a muchos de estos jóvenes sobrevivir hasta la adultez, encontrándonos con la particular situación de que a la transición se agrega el problema de la inexistencia de experiencia u organización adecuada en los lugares donde deberían continuar su tratamiento. Esta es la situación en Mendoza. La transición a centros de atención de adultos (CAA) no debería representar una crisis. Debería ser un proceso natural. Para que esta afirmación sea válida debe reunir una serie de requisitos previos que parecen no existir aún en nuestro país. La Academia Americana de Pediatría (AAP) reconoce el problema y subraya que los sistemas hacia los que se transfieren a estos enfermos “deberían proveer atención especializada de igual calidad a la que se está dando”. Las piedras fundamentales de estos nuevos sistemas deberían ser: “la flexibilidad, rápida respuesta, continuidad, globalidad de la atención y coordinación”. La AAP reconoce que estos sistemas deben centrarse fundamentalmente en “el interés del enfermo y su salud”. Por el lado de los jóvenes, este cambio debería “permitirles asumir sus roles de adultos y funcionar como tales”.

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2007-04-17   |   539 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 103 Núm.3. Mayo-Junio 2005 Pags. 259-261 Arch Argent Pediatr 2005; 103(3)