La hermandad de las especialidades en Gastroenterología

Septiembre 2006 

Autor: De la Torre Bravo Antonio

Completo

El Congreso Panamericano de Gastroenterología está listo. El programa académico, eje central de la organización, se encuentra en la imprenta y puede ser consultado en la página electrónica de la Asociación. Toda la parafernalia de un acontecimiento de esa magnitud como exhibición comercial, sistema audiovisual, escenografías y andamiaje, señalización, sistema de registro, traducción simultánea, telecomunicación entre Chicago, México, D.F. y Cancún para la transmisión del curso de endoscopia y muchos otros componentes se mueve en el entorno ajustando los últimos detalles. Los representantes de las principales instituciones de la Gastroenterología del mundo han confirmado su presencia. Los signos de la promesa de asistencia copiosa son alentadores y están rebasando con mucho las expectativas preliminares: dos meses antes del Congreso, el registro en línea tiene cifras mucho mayores de las esperadas, los grupos de los diversos países son grandes y las inscripciones de países remotos como los del Sudeste Asiático o de Europa Oriental causan asombro; se inscribieron más de 500 trabajos libres; la reservación de habitaciones en los hoteles de Punta Cancún se agotó con rapidez y nos hemos extendido a cuantos hoteles hemos encontrado en la cercanía. Se están abriendo nuevos espacios para las ceremonias principales. Es posible que el Centro de Convenciones nos quede estrecho. El éxito es el resultado del trabajo conjunto de las diversas asociaciones y grupos que conforman la Gastroenterología como un todo. Cada quien ha puesto el ladrillo que le corresponde y la estructura resulta espléndida. El rostro que se mostrará al mundo es sano, fuerte y digno de orgullo. Lo paradójico es que somos nosotros los primeros en descubrirlo y sólo bastó despejar la bruma emanada de los escépticos para demostrar el artificio de la diferencia: El congresista itinerante en busca de una faceta diferente del mismo conocimiento; el mismo tema con otras palabras; los mismos rostros en distintas ciudades. La universalidad fragmentada sólo por capricho o por arcaica defensa de lo obsoleto. El localismo asfixiado en una época de comunicación ilimitada. El Congreso Panamericano es una experiencia, una lección y una oportunidad. La experiencia consistió en explorar los diversos mecanismos posibles para trabajar en conjunto; la lección es la armonía de la colectividad y la oportunidad es demostrar lo posible. Es bueno, por lo tanto, saber que es innecesaria la fusión de asociaciones, las cuales pueden preservar su íntima coherencia para concentrar sus esfuerzos para un fin común de la especialidad; saber que basta conciliar una fecha y una ciudad cada año y sólo resta negociar los sitios de contacto. En otras palabras, cada asociación puede preservar sus tradiciones, sus costumbres, su administración y su independencia y sólo coincidir en el tiempo, el tiempo de la modernidad. El Congreso Panamericano es un modelo inadecuado para posibles cambios futuros porque la administración compartida por todos predominó en una asociación organizadora responsable del congreso, pero no debe repetirse para una independencia absoluta de las partes. Todo es posible en el ámbito de la buena voluntad y del sentido práctico por el bien del asociado quien podrá encontrar en un solo sitio y en una fecha su búsqueda de actualización. La simplicidad de esta propuesta es compartida por la mayoría exenta de celos injustificados y por la juventud que sabe que el presente está demoliendo fronteras artificiales. La endoscopia concebida como la capacidad de ver macroscópicamente la mucosa del tubo digestivo es cosa del pasado cuando se acerca por un lado a la microscopia y por otro al tratamiento quirúrgico; la gastroenterología oscila entre la biología molecular y el tratamiento endoscópico. Los enamorados de la imagen recuperan un espacio donde se difumina la forma y el concepto. Todos son minusválidos en el aislamiento y gigantes en el equipo. Las asociaciones deben, por lo tanto, transformarse por lealtad al progreso de la Medicina, so pena de quedar como estatuas de sal en los senderos del pasado. Un buen principio es exigir a los líderes momificados en la antigüedad dar los primeros pasos para integrarnos a la modernidad. Los fundamentalistas y los radicales sólo estorban por su apego a la separatividad y pretextan ataduras estatutarias. Los cambios profundos están en la juventud de pensamientos frescos y articulaciones lubricadas, hoy sólo se pretende la coincidencia de las semanas nacionales como un principio de sensatez elemental. Las diversas asociaciones organizadoras del Congreso Panamericano de Gastroenterología Cancún 2006 te invitan a compartir la experiencia inolvidable de los países de toda América reunidos en una fiesta de hermandad y academismo. Dr. Antonio de la Torre Presidente 2006

Palabras clave:

2007-04-20   |   1,337 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 72 Núm.1. Enero-Marzo 2007 Pags. . Rev Gastroenterol Mex 2007; 72(1)