Fragmento

La Farmacología es noticia. De ello dan fe a diario los medios de comunicación, para bien o para mal. Los fármacos, los medicamentos, las medicinal o como ustedes quieran llamarlos, interesan a todos: médicos y no médicos, sanos y enfermos, sociólogos, economistas y políticos. Y todo ello, a pesar del pujante desarrollo de la Medicina Preventiva, de las medidas para la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. Los medicamentos son indispensables. En uno u otro momento todos los necesitaremos. ¿Podría un paciente -salvo, excepciones, claro esta- entender y aceptar la falta de una receta al final de la consulta con su medico? Me temo que no. Las simples medidas higiénicas no gozan de buena prensa. Es cierto que disponemos de fármacos cada vez más activos y eficaces: pero no es menos verdadero que cada día son más onerosos, y aun no hemos logrado ni lograremos eliminar los efectos adversos. Quienes fueron estudiantes de Medicina en la década de los 50's, han observado, perplejos, cuanto ha cambiado el panorama terapéutico desde entonces hasta nuestros días; cuantos fármacos han desaparecido por ineficaces o peligrosos, y cuántos otros han venido a sustituirlos con indudables ventajas.

Palabras clave:

2007-05-09   |   2,894 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.9. Enero-Abril 2006 Pags. 406 Rev Sig Vit 2006; 4(9)