Autor: Díaz Franco Juan José
Es difícil la profesión del torero, la única tal vez que no se puede ejercer por obligación, o sea por cumplimiento de un deber; se desempeña por afición, por amor, por el deseo innato en el hombre de hacer lo que otro no haga, por demostrar el valor que le conduce a desafiar el peligro, y cuando estos elementos unidos no acompañan al lidiador, no llega ésta a la meta que el arte le marca, y se queda en medianía.
Palabras clave: Torero riesgos.
2007-05-09 | 644 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 103 Núm.3. Julio-Septiembre 2006 Pags. 133 Gac Med Bilbao 2006; 103(3)