Autores: Burdiles P Patricio, Csendes J Attila, Smok Gladys
Introducción El esófago de Barrett (EB) es una de las entidades más misteriosas, fascinantes y desafiantes en gastroenterología. Su relación con el adenocarcinoma esofágico, su explosivo crecimiento en Europa y Estados Unidos desde 1980, y la posibilidad de diagnosticar fácilmente lesiones preneoplásicas para seguimiento y vigilancia lo transforman en una entidad muy atractiva para clínicos e investigadores. Este epónimo es en homenaje al Dr. Norman Barrett, quien en 1950 describió un estómago intratorácico como consecuencia de un “esófago corto congénito”. Poco después, en 1953, este error fue rectificado por Allison y Johnstone y en 1957 por el mismo Barrett, definiendo esta condición como una metaplasia columnar que reemplaza el epitelio escamoso del esófago distal y de paso aclarando que la observación de un esófago corto es equívoca, ya que se ha demostrado que se trata de un esófago normal en su longitud, pero distinto en su epitelio interno. En 1961, Hayward indujo a la comunidad médica a consensuar que sólo una metaplasia mayor de 3 cm. sobre el cardias era anormal, pues parecía obvio que hubiese una mucosa de trancisión (cardial) entre el epitelio escamoso del esófago y el epitelio columnar-oxíntico gástrico y que este epitelio trancisional podía medir hasta 3 cm en cualquier adulto normal.
2007-05-23 | 1,340 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 59 Núm.2. Marzo-Abril 2007 Pags. 150-155 Rev Chil Cir 2007; 59(2)