Los neonatólogos, entre dos epidemias

Autor: Alda Ernesto Raúl

Fragmento

La neonatología ha “crecido” bajo el riesgo de la retinopatía del prematuro, afección vascular que compromete el normal crecimiento de la retina, y que llega, en su grado máximo, a su desprendimiento y a la ceguera como consecuencia irreversible. Hacia fines de la década del 40, cuando fue descripta, se interpretó que el oxígeno administrado era su principal etiología. Surgió así la denominada “primera epidemia”, que movilizó innumerables trabajos preventivos. Inicialmente los resultados fueron desalentadores y hasta i atrogénicos, al limitar el uso del oxígeno en los recién nacidos; pero a partir del control de la cantidad administrada, primero con la medición del oxígeno arterial (PaO2), luego con los medidores transcutáneos de oxígeno (TcPO2) y actualmente con los saturómetros de pulso (SatO2), la posibilidad de que un prematuro de mediano riesgo (mayor a 1.500 g o 32 semanas de gestación) desarrolle la enfermedad en forma grave, es poco probable.

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2007-05-29   |   691 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 101 Núm.4. Julio-Agosto 2003 Pags. 241 Arch Argent Pediatr 2003; 101(4)