Autor: Jiménez Echeverri Gabriel
INTRODUCCIÓN Parafraseando a Rowe y Killey, se dice que en trauma existen tres principios básicos: 1. preservar la vida, 2. conservar la función y 3. restaurar la apariencia física. El trauma local de la región orbitaria debe ser valorado cuidadosamente, no conformándose el examinador a las heridas más aparentes, sino también a la posible lesión del globo ocular. De máxima importancia es practicar el examen de agudeza visual, y si las condiciones y la edad del paciente lo permiten debe utilizarse la tabla de Snellen, o en su defecto la de visión cercana tipo Rosenbaum, que da una aproximación a la primera y facilita la valoración en niños. Nunca debe practicarse cirugía en un paciente que por su ansiedad, o por estar bajo los efectos de sustancias tóxicas, no está en capacidad de cooperar, siendo preferible posponer unas cuantas horas el procedimiento y llevarlo a cabo con la cooperación y la autorización adecuadas; sin llegar a los extremos impuestos en la Segunda Guerra Mundial de no intentar ningún procedimiento plástico reconstructivo, antes de tener una total cicatrización (figura 1).
Palabras clave: Trauma herida palpebral menejo.
2007-06-04 | 1,349 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 42 Núm.1. Enero-Marzo 2001 Pags. Univ Méd Bogotá Colombia 2001; 42(1)