Autores: Coín Mejías María Angeles, Peralta Ramírez María Isabel, Callejas Rubio José Luis, Pérez García Miguel
Introducción El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad de carácter autoinmune que afecta principalmente a mujeres en edad fértil. Los síntomas más comunes de los pacientes incluyen dolor articular, erupciones cutáneas, cansancio o fatiga y dificultad en la respiración. Aunque el curso de la enfermedad es crónico, evoluciona normalmente en forma de brotes, que se alternan con periodos de remisión relativa. Si bien la etiología es desconocida, se sabe que existe una base genética predisponente y diversos factores ambientales que pueden actuar como desencadenantes. Entre éstos destacan la luz ultravioleta, las infecciones (especialmente virales), el embarazo y diversos fármacos. Además, diferentes variables psicológicas se han relacionado con la exacerbación de la enfermedad, de las cuales una de las más frecuentes es el estrés. Distintos estudios han mostrado que el estrés cotidiano produce un incremento en la sintomatología lúpica. Asimismo, los pacientes con lupus padecen también diversos trastornos psiquiátricos asociados a su enfermedad, cuya prevalencia oscila entre 20 y 66%, y se relaciona con una peor calidad de vida y una peor evolución y posesión de antecedentes psiquiátricos. En referencia concreta a las alteraciones de personalidad, investigaciones anteriores han hallado la existencia de una “tríada de personalidad” característica en pacientes con lupus, en que la depresión, la histeria y la hipocondriasis son sus componentes. Por lo anterior, el objetivo de este estudio ha sido comprobar la posible existencia de trastornos de la personalidad y su relación con otros trastornos afectivos en pacientes con lupus. Material y método: Hemos estudiado a 30 pacientes con LES, en los que evaluamos sus posibles trastornos de personalidad (mediante el MMPI) y sus posibles alteraciones emocionales (ansiedad y depresión). Para evaluar la ansiedad hemos utilizado el STAI (Inventarío de Ansiedad de Spielberg) y para la depresión hemos administrado el Inventario de Depresión de Beck. Posteriormente, y tras analizar los resultados obtenidos en las pruebas administradas, hemos establecido tres categorías: pacientes con lupus sin ningún trastorno emocional, pacientes con lupus que presentaban ansiedad clínica y pacientes con lupus que presentaban depresión clínica. Estas categorías se representaron gráficamente y se analizaron estadísticamente. Para esto se llevaron a cabo diez análisis de varianzas en que la variable “presencia o no de trastornos emocionales” fue el factor con dos niveles (G1: pacientes que no presentan ansiedad ni depresión; G2: pacientes que presentan depresión, ansiedad o ambas) y la puntuación obtenida en cada una de las sub-escalas del MMPI fue la variable dependiente. Resultados: En la representación gráfica del patrón del personalidad de los tres grupos se puede apreciar que los pacientes de lupus sin trastornos emocionales (depresión o ansiedad) carecían de alteraciones en el patrón de personalidad; aun así, este patrón se hallaba alterado en quienes presentaban depresión y/o ansiedad. En concreto, los pacientes que presentaban depresión clínica puntuaban por encima del percentil 60 en hipocondria, depresión, histeria de conversión, paranoia, psicastenia, esquizofrenia e introversión social. En esa línea, los pacientes que presentaban altos niveles de ansiedad mostraban puntuaciones por encima del percentil 60 en hipocondría, depresión e histeria de conversión. Resultados posteriores mostraron diferencias estadísticamente significativas en las subescalas de Hipocondria (Hs) [F(1.29) = 9.795; p < 0.004)], Psicastenia (Ps) [F(1.29) = 15.266; p < 0.001)], y Esquizofrenia (Sc) [F(1.29) = 4.97; p < 0.001)], entre los pacientes con lupus que presentaban trastornos emocionales y los pacientes con lupus que no presentaban ningún trastorno emocional, siendo menores las puntuaciones de estos últimos. Discusión: Tras estos resultados podemos afirmar que los trastornos de personalidad que caracterizan a numerosos pacientes con lupus eritematoso sistémico están muy asociados con diversas alteraciones emocionales como la depresión y la ansiedad, emociones que, además, se relacionan más con los procesos de adaptación de la enfermedad que con ésta en sí. Estos resultados avalan una vez más el abordaje biopsicosocial de la enfermedad ya que sabemos que el desarrollo de muchos trastornos autoinmunes depende de una desregularización del eje hipotalámico-pituitario-adrenal, que es especialmente vulnerable a los efectos psicológicos del estrés, la depresión y la ansiedad. Sin embargo, estos estados emociona les no sólo pueden alterar dicho eje, sino que psíquicamente pueden producir trastornos de carácter psicológico entre los que pueden destacar diversos trastornos de la personalidad. Estos resultados se deberían tener en cuenta en el abordaje de estos pacientes ya que considerar estos aspectos propiciaría una mejoría psíquica y un aumento de la calidad de vida de éstos.
Palabras clave: Depresión ansiedad lupus trastornos de personalidad.
2007-06-08 | 1,971 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 30 Núm.2. Marzo-Abril 2007 Pags. 19-94 Salud Ment 2007; 30(2)