Acerca de los surfactantes

Fragmento

El surfactante, la crisis y nuestras actitudes como pediatras y neonatólogos Sr. Editor: Nos resultaron interesantes el artículo de E. Halac y colaboradores publicado en el número de abril de 2002 de Archivos Argentinos de Pediatría y el comentario editorial del Dr. C. Solana en la misma revista. El surfactante, la crisis y el día después: “… todo es según el color del cristal con que se mira…” Sr. Editor: En su carta al Editor, los Dres. Fariña y Vain realizan una extensa lista de juicios de valor en relación al estudio del Dr. E. Halac y colaboradores y del comentario editorial que lleva mi firma, publicados en el número de abril de 2002 de Archivos. Sr. Editor: Si bien las cartas al editor y sus respuestas no pueden convertirse en un diálogo sin fin, creemos necesaria una contestación a algunos de los conceptos enunciados en la carta del Dr. Solana. Sr. Editor: Me dirijo a Ud. en relación con el artículo “Estudio clínico de un nuevo surfactante natural de extracción bovina en el tratamiento del síndrome de dificultad respiratoria neonatal” de los Dres. Halac y col. publicado en Archivos Argentinos de Pediatría 100 (2): 120-129 del mes de abril del corriente y al Comentario Editorial correspondiente. Su lectura nos ha dejado perplejas. Sr. Editor: Deseo hacer algunos comentarios en relación al segundo párrafo de la carta de la Dra. Kurlat y la Lic. Iannella publicada en este mismo número de Archivos pues se refiere a mi comentario editorial “El surfactante en tiempos de crisis” y contiene inexactitudes que no puedo admitir sin responderles. Sr. Editor: Agradezco a los Dres. Vain (a quien conozco y sé de su nivel profesional, ya que es mi amigo personal) y a los demás el interés en haber releído y desmenuzado un trabajo que demoró dos años en ver la luz. Seguir dudando del mismo es colocar a los Editores de Archivos en un brete difícil de zanjar.

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2007-06-14   |   663 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 100 Núm.5. Septiembre-Octubre 2002 Pags. 425-431 Arch Argent Pediatr 2002; 100(5)