Autores: Sauceda García Juan Manuel, Olivo Gutiérrez Nancy A, Gutiérrez Jesús, Maldonado Durán Jesus Martín
Introducción: Es común el empleo de castigos físicos en la crianza de los hijos, sin considerar sus posibles efectos psicológicos negativos. Se partió de la hipótesis de que los niños con conductas disruptivas sufren más castigos físicos por parte de los progenitores, y que éstos mantienen creencias más agresivas sobre la disciplina en la crianza. Material y métodos Se realizó un estudio de escrutinio comparativo, abierto y de corte transversal en 2 grupos de 100 escolares: un grupo clínico con diagnósticos de trastornos disruptivos del comportamiento y un grupo control de una escuela pública. Se aplicaron a los progenitores el Cuestionario de Conners para la evaluación de psicopatología en niños y la Escala de Creencias y Castigos. Los resultados se analizaron mediante la prueba de X2. Resultados: Se observó que 54% de los padres del grupo clínico y 17% del grupo control pensaban que “cuanto más estrictos son los padres, mejores serán los niños también”. Tres de los tipos de castigo, ejemplos claros de maltrato, también fueron significativamente más frecuentes en el grupo clínico. Conclusión: En este estudio se encontró asociación entre creencias y prácticas disciplinarias de los padres y comportamientos agresivos de los hijos: se propone la estrategia de convencer a los padres de lo inapropiado de sus creencias, enseñarles técnicas disciplinarias adecuadas y así evitar el maltrato a los menores.
Palabras clave: Crianza creencias disciplinarias castigo correctivo maltrato.
2007-06-18 | 1,592 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 63 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2006 Pags. 382-394 Bol Med Hosp Infant Mex 2006; 63(6)