Autores: Boulgourdjian Elisabeth M, Martínez Alicia, Gryngarten Mirta, Ropelato María G, Bergadá César, Heinrich Juan Jorge, Escobar de Lázzarri María Eugenia
Introducción: El tratamiento de pacientes con pubertad precoz central (PPC) se efectúa con análogos del GnRH (análogos del factor hipotalámico liberador de gonadotrofinas). Este tratamiento induce cambios hormonales que hacen retrotraer el desarrollo y modifican el crecimiento. El objetivo fue evaluar la evolución clínica y hormonal de un grupo de niñas con PPC durante el trata-miento con aGnRH y luego de su suspensión. Población, material y métodos: Se analizó la evolución clínica y hormonal de 80 niñas con PPC durante el tratamiento con acetato de triptorelin o de leuprolide IM cada 28 días. El tiempo de tratamiento fue de 2.3 + 0.2 años. Los datos de 30 niñas también se analizaron luego de la suspensión del tratamiento. Resultados: El 88% de las pacientes mostró regresión del desarrollo mamario; el vello pubiano se mantuvo estacionario en el 64%. Los niveles séricos de estradiol y FSH disminuyeron desde el primer mes a valores prepuberales manteniéndose suprimidos a lo largo de todo el tratamiento. A un año de haber iniciado el tratamiento, el urocitograma, la longitud uterina y la respuesta de gonadotrofinas en la prueba de GnRH se encontraban en valores prepuberales. El desarrollo mamario se reinició a 0.4 + 0.2 años y la menarca ocurrió luego de 1.3 + 0.6 años de haber suspendido la medicación, a una edad cronológica de 11.3 + 0.1 años. Dieciocho pacientes con PPC idiopática alcanzaron una talla final de 156.1 + 1.3 cm, a –0.75 desvíos estándar de la estatura media normal y no diferente de la talla objetivo-genética. Conclusiones: El tratamiento con aGnRH es efectivo para detener la progresión del desarrollo puberal y probablemente evite el deterioro de la talla final en pacientes con pubertad precoz central.
Palabras clave: Pubertad precoz tratamiento análogos del GnRH.
2007-06-18 | 2,111 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 100 Núm.4. Julio-Agosto 2002 Pags. 302-309 Arch Argent Pediatr 2002; 100(4)