Máquinas de follar II: de las máquinas sexuales a las mujeres digitales

Autor: Soto Ramírez Juan

Fragmento

La CyberSuit cuenta con 36 estimuladores que pueden repartirse por todo el cuerpo y pueden dar cinco sensaciones diferentes: calor, frío, vibraciones, ligeros piquetes y cosquillas. La suite del amor, al menos en teoría, permite estimular las zonas erógenas de un cómplice a distancia, vía Internet. Basta con que los cómplices instalen un software en sus computadoras personales y sus equipos cumplan con los requerimientos básicos para que puedan disfrutar de esta novedosa forma de relacionarse. Paulatinamente, se han desarrollado juguetes sexuales que pueden operarse a distancia como RoboSuck, una bomba aspirante que puede operarse a través de la computadora conectada a Internet. Han sido varias las compañías que han desarrollado este tipo de juguetes sexuales, entre ellas están: Safe Sex Plus, VR Innovations y Digital Sexations. El Safe Sex Plus´s Adapter (SSP) es una pequeña caja con censores de luz que se conecta al monitor de la computadora. El adaptador cuenta con un puerto compatible. Este dispositivo permite que en la pantalla aparezca una ventana a través de la cual se puede interactuar con una persona que se encuentre, bien en otro país o simplemente en la habitación contigua. La Virtual Sex Machina puede conectarse a un puerto paralelo de la computadora y provee al usuario de varias sensaciones como el masaje, la vibración y el vacío. A través de esta máquina de sexo virtual se pueden simular varias interacciones sexuales. Funciona con películas en formato DVD o a través de un CD-Rom convencional y el usuario tiene la ventaja de que puede adelantar, retrasar o poner pausa a lo que está viendo en la pantalla. Por su parte, la interfaz de Digital Sexations funciona como un chat convencional. Su black box también se conecta a un puerto paralelo de una computadora y ofrece cuatro posibilidades de jugueteo sexual. El producto tiene la ventaja de poder utilizarse mientras se establece una conversación en un chat room, se leen relatos eróticas o se miran videos pornográficos. Este dispositivo también ofrece la posibilidad de crear hipervínculos a determinados sitios web. El australiano Dominic Choy solicitó una patente para crear una computadora a través de la cual se pueda operar una muñeca. Esta muñeca podría ofrecer respuestas a estímulos auditivos, táctiles y digitales a través de Internet. De tener éxito este novedoso invento, las muñecas inflables pasarán a ser cosa del pasado o simples objetos de colección en los museos eróticos.

Palabras clave: Internet RoboSuck Virtual Sex Machina.

2007-06-28   |   29,193 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 2 Núm.3. Junio 2006 Pags. 92-96 Notas 2006; Especial(3)