Fragmento

El dolor de cabeza es una de las aflicciones más frecuentes de la humanidad. Su exacta magnitud es difícil de establecer; no obstante se estima que una de cada tres personas experimenta cefaleas severas en alguna etapa de su vida. Pocas condiciones médicas han sido reconocidas de manera tan extensa a lo largo de la Historia como la migraña. Aretaeus de Cappadocia (siglo II d.C.) describió una cefalea paroxística afectando a un lado de la cabeza, a menudo asociada con náuseas, seguida por intervalos variables libres de dolor. Galeno (130-200 d.C.) destacaba la naturaleza unilateral de los ataques e introdujo el término griego de hemikranios, que es traducido por los romanos al latín como hemicranium, para corromperse después a hemigranea y de ahí a migranea. El neurólogo e historiador García-Albea aporta consistentes razones para recomendar la utilización preferente, en el ámbito de la lengua española, del vocablo jaqueca sobre el de migraña. En muchas ocasiones, la cefalea es sólo un síntoma, expresión secundaria de procesos intracraneales no vasculares como tumores, quistes aracnoideos, anormalidades del líquido cefalorraquídeo e infecciones; lesiones vasculares de la cabeza o cuello del tipo de aneurismas y malformaciones vasculares, hemorragias parenquimatosas, subdurales o epidurales, isquemia cerebral, oclusión o disección de arterias carótidas o vertebrales y arteritis; enfermedades de los ojos, oídos, nariz, boca o estructuras del cuello; alteraciones sistémicas como la fiebre; metabólicas asociadas con hipoxia, hipoglucemia y acidosis; intoxicaciones por exposición a monóxido de carbono. En otras ocasiones, el dolor de cabeza constituye en sí el desorden principal o alteración primaria como migraña, cefalea de tensión, cefalea en racimos, sin que puedan detectarse lesiones orgánicas subyacentes. Las cefaleas primarias son más frecuentes en las primeras décadas de la vida, en tanto que a partir de la cuarta década aumenta la incidencia de las secundarias por causas orgánicas.

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2007-06-29   |   3,616 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 3 Núm.30. Enero 2007 Pags. 8-9 Odont Moder 2007; 3(30)