Fragmento

El control del dolor en el adulto mayor no se debe circunscribir sólo a la prescripción de medicamentos analgésicos, sedantes o antidepresivos, sino que tiene que compenetrarse en la investigación de otros aspectos que habitualmente el especialista no considera, como la respuesta de la familia ante el dolor del anciano y la propia problemática que éste enfrenta desde el punto de vista psicológico en relación con la percepción del dolor y su estado mental y funcional, además del rol que juega dentro de la familia y la sociedad, sin olvidar la reacción de esta última ante el dolor y las dificultades vinculadas con la economía, la familia y el núcleo social en el que se desenvuelve. También se deben tener en cuenta aspectos asociados con la espiritualidad, la religiosidad y el comportamiento que ha tenido el propio anciano frente al dolor a través de su vida. El análisis debe ser múltiple y tiene que incluir la investigación de los fármacos que se hayan empleado, los tratamientos alternativos utilizados y el uso de otros factores que puedan alterar el curso del dolor, así como las experiencias previas ante el mismo. De ahí que muchas veces las intervenciones tendientes a modificar el comportamiento y el conocimiento del dolor por el adulto mayor serán más efectivas, en algunos casos, que el propio tratamiento intensivo con polifarmacia. Es importante tener presente que el proceso del envejecimiento implica cambios en la percepción y las respuestas ante el dolor.

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2007-08-02   |   1,175 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 1 Núm.11. Marzo 2007 Pags. 4-6 Rev Mex Odon Clín 2007; 1(11)