Autores: Jiménez Flores Rafael, Berumen Campos Jaime, García Carrancá Alejandro, Escobedo García Arturo, Cruz Alviter Olimpia
La respuesta inmune en humanos es el resultado de complejos mecanismos biológicos que involucran numerosas citocinas y sus ligandos, leucocitos, células endoteliales y órganos linfoides que permiten mantener la homeostasis con el medio, controlar y/o eliminar a patógenos, participar en fenómenos autoinmunitarios, en transformaciones neoplásicas malignas y hasta conferirnos memoria y protección secundaria a infecciones o por vacunación. La respuesta inmune del tracto genital inferior femenino (TGIF) debe considerarse como parte integral de la respuesta sistémica, con particularidades semejantes a las que se presentan en otras mucosas. De acuerdo con este planteamiento y para su estudio, recordamos a la respuesta inmune innata o inespecífica en donde participan barreras mecánicas, recambio de epitelios, condiciones fisicoquímicas del moco, de acidez o alcalinidad, de concentraciones enzimáticas, de competencia bacteriana, actividad de fagocitos y, principalmente, la función biológica de células dendríticas. Todos estos son elementos críticos para la protección del individuo. Respecto a la respuesta inmune específica, se considera que inicia con la función de células especializadas en la presentación de antígenos (dendríticas) a linfocitos T. Estos mononucleares disponen de receptores en su superficie con capacidad de reconocer antígenos proteicos presentados dentro de nichos del complejo principal de histocompatibilidad y antígenos no proteicos presentados por las moléculas CD1.
2007-08-20 | 2,145 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.4. Julio-Agosto 2006 Pags. 104-105 Gamo 2006; 5(4)