Autores: Muñoz Molina Rebeca, Pérez Ochoa Elizabeth, Vielma Valdez Alberto, Azuara Sánchez Iliana, García Aceves Sara Judith, Trejo Solórzano Óscar Augusto
Introducción Existe evidencia experimental, clínica y epidemiológica de que el virus del papiloma humano (VPH) es predominantemente de transmisión sexual y, como ocurre con cualquier infección de transmisión sexual (ITS), los varones están implicados en la cadena epidemiológica, por lo tanto, se les debe realizar una androscopia, el cual es el examen con aumento e iluminación de los genitales masculinos, periné y región anal teñido con ácido acético al 5% para identificar las lesiones más graves. Para la infección, son diversos los factores de riesgo: múltiples parejas sexuales (> 3), falta de higiene, inmunosupresión, orientación homosexual o bisexual, infecciones, lesiones por VPH actuales o anteriores, coito con una mujer con HGSIL, condilomas, antecedente actual o pasado de ETS, y uso IV de drogas. La transmisión de lesiones planas se ha descrito en 46% de parejas de mujeres con lesiones subclínicas y 40% de parejas con asociación de VPH y NIC; mientras que la transmisión de condiloma acuminado es de 67% de las parejas de mujeres con condiloma acuminado. La relación entre neoplasia intraepitelial vulvar (NIVU) y NIPE es 68% de lesiones en pene, 83% de lesiones planas, 29% de lesiones paulares y 4% de condiloma acuminado. El VPH fue detectado en 59% de las lesiones del pene, conteniendo principalmente el de tipo oncogénico. Cuando las lesiones en pene estaban presentes en penioscopia, 67% de las lesiones de pene era positivo cuando no existen lesiones visibles.
2007-08-23 | 7,930 visitas | 4 valoraciones
Vol. 5 Núm.4. Julio-Agosto 2006 Pags. 131-132 Gamo 2006; 5(4)