En Estados Unidos, el cáncer de ovario representa la primera causa de muerte por cáncer ginecológico y es la cuarta por cáncer en las mujeres. En 2004 se reportaron 25 580 casos nuevos y 16 090 decesos. A este respecto, México ocupa el quinto lugar de las neoplasias en la población femenina, con 2 681 casos nuevos, según el Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas 2002 y causó 1 334 fallecimientos. Entre los factores de riesgo se destaca la nuliparidad o primer parto después de los 35 años de edad; y la genética está relacionada sólo con 5% de los casos. A pesar de que, desde la perspectiva epidemiológica, aparentemente se trata de un tumor poco frecuente, por lo cual el hecho de que en su mayor parte se presente en etapas clínicas avanzadas y que con mayor frecuencia se observen casos en mujeres por debajo de la quinta década de la vida, nos hace preguntarnos en realidad cuánto podemos hacer para mejorar el pronóstico de las pacientes. Por tratarse de una enfermedad silenciosa, en la que no es fácil emprender acciones de escrutinio, se deben establecer estrategias de información a la población general y estandarizar la metodología de diagnóstico y tratamiento, para tratar de ofrecer, en una perspectiva nacional, las mejores opciones de supervivencia a las mujeres afectadas.
2007-08-23 | 1,088 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.3. Septiembre 2006 Pags. 3 Gamo 2006; 5(Supl 3)