Sería difícil encontrar un médico a quien Colombia deba tanto en lo referente a la medicina preventiva y al conocimiento de las enfermedades infecciosas como al profesor Luis Patiño Camargo, fallecido hace casi tres décadas y permanentemente recordado en los anales de la ciencia de nuestro país. Nacido en Iza, población cercana a Sogamoso, se graduó de bachiller en el Colegio Mayor del Rosario en Bogotá y estudió Medicina en la Universidad Nacional donde se graduó en 1922. Desde muy joven mostró gran interés por las técnicas bacteriológicas y de laboratorio clínico, en ese entonces en pleno surgimiento, y se vinculó desde 1918 al recién creado Laboratorio Samper Martínez, germen de nuestro futuro Instituto Nacional de Salud. Allí desarrolló su tesis de grado que vino a dar fin a una polémica vigente desde finales del siglo XIX, sobre la existencia o no del tifo exantemático en Bogotá que para muchos era sólo una forma hipertóxica de la fiebre tifoidea: su impecable demostración de la rickettsia como agente etiológico estableció claramente el diferente origen de las dos enfermedades. Muy recién graduado se trasladó a Norte de Santander, donde hizo memorables estudios sobre enfermedades gastrointestinales, paludismo y fiebre amarilla endémica; residenciado por varios años en San Cristóbal (Venezuela), allí nació su primogénito José Félix Patiño Restrepo, otra gloriosa figura de la cirugía y la educación médica en Colombia, cuyo octogésimo aniversario acabamos de celebrar.
Palabras clave: Luis Patiño Camargo enfermedades infecciosas.
2007-09-04 | 1,538 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.2. Abril-Junio 2007 Pags. 69-70 Infectio 2007; 11(2)