Importancia de los ácidos grasos poliinsaturados en la alimentación del lactante

Autor: Ronayne de Ferrer Patricia A

Fragmento

Introducción La ingesta de grasas durante el primer año de vida es fundamental, no sólo para cubrir las necesidades de energía sino también como fuente de ácidos grasos esenciales y como vehículo de las vitaminas liposolubles, cuya absorción favorecen. Los ácidos grasos esenciales son necesarios para un crecimiento y desarrollo normales así como para diversas funciones fisiológicas. Un aspecto particular que diferencia a las grasas de los otros macronutrientes (proteínas e hidratos de carbono) es que el perfil lipídico de los tejidos corporales refleja la composición de la grasa de la dieta. Esto cobra importancia tanto en relación a la formación de tejidos del niño en crecimiento como a la composición de la grasa de la leche humana, según la dieta de la madre. Debido a su limitada capacidad gástrica, el recién nacido necesita un alimento de gran densidad energética. El bebé amamantado ingiere entre 40 y 60% de la energía como grasa. No es recomendable limitar la cantidad de grasa durante los dos primeros años de vida ya que no hay evidencias de que una restricción sea beneficiosa, mientras que, por el contrario, la misma puede disminuir la densidad calórica de la dieta a un nivel que impida al niño satisfacer sus necesidades de energía. Por lo tanto, a diferencia del adulto, que no debería sobrepasar el 30% de las calorías ingeridas como grasa, el lactante necesita cifras superiores al 40%. Por otra parte, se ha observado que la reducción de alimentos de alta densidad de nutrientes, como leche entera y carne, lleva a ingestas reducidas de vitamina D, vitamina B6 y cinc, por lo que no deberían restringirse estos alimentos después del año de vida.

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2007-09-11   |   2,427 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 98 Núm.4. Julio-Agosto 2000 Pags. 231-238 Arch Argent Pediatr 2000; 98(4)