La ansiedad y la depresión son trastornos psiquiátricos muy comunes actualmente entre la población, tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo. En el paciente afectado de depresión existe una pérdida sensible de la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas, así como una disminución de la vitalidad, que lo llevan a una reducción de la actividad y a un cansancio exagerado que aparece incluso tras un esfuerzo mínimo. Todos estos síntomas reducen notablemente las posibilidades de trabajo y/o estudio del paciente, con la correspondiente repercusión socioeconómica. Ello adquiere gran relevancia si se tiene en cuenta que 17 millones de personas en el mundo padecen de depresión con una prevalencia de alrededor del 4,5 % y cerca de la quinta parte de la población la pueden padecer a lo largo de su vida. El tratamiento actual de esta enfermedad en el nivel primario y en el especializado se basa fundamentalmente en el uso de fármacos antidepresivos de origen sintético los cuales tanto médicos como pacientes se rehúsan a emplear debido a su elevado costo, a la prolongación del tratamiento y a los efectos secundarios asociados.
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2003-01-06 | 576 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.2. Mayo-Agosto 2000 Pags. 37. Rev Cubana Plant Med 2000; 5(2)