Autor: Bracho Mosquera Víctor
Desde que investigadores japoneses publicaron su experiencia en la detección endoscopica del cáncer gástrico precoz a mediados de los 70, la noción de que la cromoscopia representaba una herramienta muy valiosa cuando no imprescindible en la identificación de lesiones gástricas levemente elevadas, deprimidas o excavadas, ha venido ganado popularidad entre sus colegas occidentales. Una de las sustancias más frecuentemente utilizadas es el Indigo Carmín, siendo clasificado como un método de contraste, pues se limita a depositarse en los puntos de declive o hendiduras, sin reaccionar con el tejido, dando un realce tridimensional a la mucosa .Es además de utilidad en intestino delgado y colon por lo que es catalogado como el contraste universal del epitelio columnar. ¿Qué otras utilidades puede proporcionar la cromoscopia en el tracto digestivo superior? No solo la detección de lesiones gástricas levemente elevadas o deprimidas, sino la mejoría en la detección de pequeños pólipos sésiles, muchas veces inadvertidos durante una endoscopia digestiva superior de rutina. La mayoría de los endoscopistas occidentales consideran la ecoendoscopia como el único método para predecir la profundidad de invasión de las lesiones precoces o microinvasivas del estómago (predicción del estadío “T” de la clasificación TNM), en donde se desea discernir entre la confinación mucosal de un cáncer gástrico, la posible invasión a la submucosa o por el contrario la invasión a la capa más superficial de la muscular propia, lo que tiene un impacto directo sobre la posibilidad de resección endoscopica de la lesión, o su referencia al cirujano.
2007-09-26 | 2,411 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 61 Núm.2. Abril-Junio 2007 Pags. 95 Revista GEN 2007; 61(2)