Autor: Caldera Rodarte Sergio
Introducción Las vías genitales y urinarias están íntimamente relacionadas en los aspectos anatómico y embriológico desde las etapas más tempranas de su desarrollo. La vejiga está localizada directamente por arriba de la pared vaginal anterior, y la uretra se encuentra fusionada a ella. Ambos elementos anatómicos, lo mismo que otros del piso pélvico, se ponen en peligro durante el embarazo y el parto. El término «uroginecología» se ideó para describir el área de la Ginecología que se dedica a los trastornos de las vías urinarias inferiores de la mujer; sin embargo, se ha puesto de manifiesto que los trastornos de las vías urinarias son solo una faceta de la gran variedad encontrada en el piso pélvico y que afligen a las mujeres. Cada sistema orgánico del piso pélvico –urinario, genital, intestinal– atraviesa la pelvis y sale por su propio orificio. Por tanto, estos sistemas están relacionados de manera intrincada en cuanto a función y apoyo anatómico. Los trastornos de cada uno de estos componentes deben valorarse a la luz de su impacto sobre la función de los elementos anatómicos circundantes y de la anatomía funcional del piso pélvico. Los músculos estriados del piso pélvico, en combinación con sus inserciones fasciales, funcionan en conjunto a lo largo de toda la pelvis para prevenir el desplazamiento de los órganos pélvicos, conservar la continencia y controlar las actividades de expulsión.
2007-10-19 | 2,137 visitas | 2 valoraciones
Vol. 14 Núm.91. Septiembre-Octubre 2007 Pags. 32-44 GINECO 2007; 14(91)