No veo, no siento, por lo tanto, no existe.

Una denuncia ante la desesperación por ser 

Autor: Rubio Ballesteros Laura

Fragmento

¿Cuántas veces nos hemos puesto a pensar en la existencia del otro? No en el sentido social que incluso nos venden en los medios de comunicación, ino en el sentido real, ese que surge como una entrega nata, como un darme al otro por la simple gratitud de existir. En realidad ¿hemos pensado así en el otro? es difícil cuando lo que más nos lleva tiempo, lo que nos acaba la vida no es más que el simple hecho de subsistir. La vida no nos da para hacer más ni mucho menos para pensar en más. No se trata aquí de hacer un juicio de ningún tipo, no se trata de enunciar un “deber” porque entonces no sería yo, quien estuviera escribiendo esto. Lo que se pretende no es más que compartir una simple inquietud que como tantas, ha surgido de una experiencia. La cotidianidad nos absorbe y lo hace de tal modo que nos comenzamos a mover desde un modo de vida muy tecnificado, la ciencia nos ha llegado y junto con ella muchos avances, pero también, quizá como dice Canetti “La totalidad del género humano que de repente se ha salido de la realidad”. Hoy somos pero también no lo somos, esto gracias al sentido que ha cobrado nuestra existencia, una existencia con un sentido sin sentido, en donde lo que somos y lo que queremos ser, no es más que el resultado de la mercadotecnia que nos invade hasta las entrañas, ya sea por imagen o palabra. Estamos sometidos bajo el yugo de lo que Heidegger denomina la “dictadura del Se” en donde “se hace”, “se dice”, “se piensa”. Pero no se “Es” en realidad.

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2007-10-26   |   1,227 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.2. Agosto 2006 Pags. 74-75 Inv salud 2006; VIII(2)