Reflexiones sobre el ejercicio de la medicina y de la cirugía

Autor: Zamudio Villanueva Leonardo

Fragmento

En el Boletín del American College of Surgeons de marzo de 2002 (Vol. 87, No. 3, P. 9) apareció un artículo sobre lo que ha sido la vida de un cirujano que al parecer durante su residencia tuvo la desgracia de picarse y contraer hepatitis C que en aquel momento sólo se diagnosticó como no A, no B. Posteriormente y ya en pleno ejercicio profesional laboral tuvo que ausentarse por días o semanas debido a los malestares que la infección, ya hecha crónica, le ocasionaba. Fue tratado con Interferón. En el ínter se casó y llegó a tener cuatro hijos. Lo que más me ha llamado la atención fue la persecución que sufrió este médico que tuvo la desgracia de infectarse en el ejercicio de la profesión. Primero los hospitales en los que ejercía y después sus "colegas" lo obligaron a que hiciera saber a todos los pacientes que él padecía una infección por virus de hepatitis C. Con eso, desde luego, disminuyó mucho su clientela al grado que tuvo que cerrar su consultorio y posteriormente consiguió trabajo en el medio académico de enseñanza para supervisar a los jóvenes, pero ya sin operar. Su vida al parecer ha sido un purgatorio en la tierra.

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2003-01-07   |   869 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 70 Núm.3. Mayo-Junio 2002 Pags. 203 Cir Ciruj 2002; 70(3)