Santander: El suplicio de un héroe Enfermedades del General

Autor: Forero Caballero Hernando

Fragmento

El General FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, en su niñez y juventud disfruto de buena salud. En la edad adulta ocasionalmente sufrió de inflamaciones leves, resfriados, irritaciones, diarrea, diviesos y estropeado. Entre los antecedentes sobre afecciones de la salud de Santander merecen ser anotados los siguientes: En 1813, en Bogotá sufrió una herida poco profunda, por bala en la región genital. En 1818 en los Llanos Orientales: Calenturas intermitentes, de las cuales se restableció en 7 días, sin interrumpir sus actividades. En 1819, en Gámeza fue herido por una bala perdida, que no le impidió continuar en el combate. Entre 1819 y 1821 su salud permaneció sin ningún quebranto. Sin embargo el Libertador siempre se preocupaba por la salud del Vicepresidente y en sus cartas le anotaba su interés por la indisposición de la garganta, y sus achaques y calenturas y le deseaba mejor salud. En 1820, por primera vez presenta trastornos hepáticos. En 1821 Santander en sus cartas menciona: “Disimulé mi mal humor, porque estas cosas rebotan la bilis al menos bilioso”. Cuando cumplió 30 años comentó: “Me ha enfermado tanto trabajo”. Seguramente ya sentía algunas molestias que comprometían su fuerte vitalidad orgánica. Ya sus amistades se interesaban mucho por su salud, aunque su vigorosa constitución prometía larga vida.

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2007-11-28   |   647 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 28 Núm.1. Marzo 2006 Pags. 49-52 Medicina Ac. Col. 2006; 28(1)