Autor: López Osma Fernando Augusto
Hace más de 25 años se realizó la descripción clínica inicial de lo que posteriormente fue denominado Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Desde ese momento, la enfermedad se convirtió en uno de los retos más grandes para la salud pública, siendo hasta el momento responsable de más de 22 millones de muertes a nivel mundial. Esta enfermedad ha crecido en proporciones pandémicas, indicándose así en el último Reporte Global de la Epidemia por parte de la ONU estimando que a finales del año 2005, se encontraban infectadas con Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) 38.6 millones de personas, además se estimó una incidencia de 4,1 millones de personas/año e igualmente 2.8 millones perdieron sus vidas por el SIDA en el mismo año; sin embargo, se cree que la tasa de incidencia tuvo su pico máximo en 1990 donde se estabilizó posteriormente. De la misma manera, se cumple más de una década en la era de la terapia antiretroviral altamente efectiva denominada TARAA (Terapia Antiretroviral Altamente Activa, del inglés, Highly Active Antiretroviral Therapy), la cual comenzó con la introducción de regimenes terapéuticos que constan de combinaciones de tres medicamentos lo suficientemente potentes para poder realizar una completa y prolongada interrupción de la replicación viral que permite la reconstitución del sistema inmunológico, resultando en una disminución sustancial en la morbilidad y mortalidad en pacientes con VIH, reconociéndose así como uno de los avances más grandes para el manejo de los pacientes con esta infección.
2007-11-29 | 2,374 visitas | 1 valoraciones
Vol. 20 Núm.1. Enero-Marzo 2007 Pags. 67-68 Médicas UIS 2007; 20(1)