Fragmento

En el siglo XIX ocurren dos eventos que marcan, hasta la fecha, el desempeño de nuestra labor: en Viena Johan Adam Schmidt (1759-1809) funda la Ophalmologische Bibliothek, primera revista especializada en oftalmología, y en Bruselas (1857) se lleva a cabo el Primer Congreso Internacional de Oftalmología. Para ambos sucesos, una de las principales motivaciones fue, sin duda, crear un foro abierto en el que pudiera darse a conocer, a gran escala, la evolución de las distintas facetas de nuestra profesión. La historia ulterior ha ratificado el éxito de tan visionarios proyectos. Podría decirse, en forma simplista, que para cumplir con dicho objetivo, los congresos representan la fórmula oral, mientras que las revistas contemplan la escrita. Si bien ambos eventos difieren estructuralmente en muchos aspectos, su finalidad es la de dar a conocer a nuestros colegas las modestas o trascendentes aportaciones que el trabajo diario genera, creando así un gigantesco crisol de conocimientos en el que podamos todos abrevar.

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2003-01-08   |   1,146 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 75 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2001 Pags. 203. Rev Mex Oftalmol 2001; 75(6)