Resumen

Existe evidencia que indica que los procesos atmosféricos y oceánicos que ocurren en respuesta al incremento de los gases de invernadero en el sistema climático a gran escala pueden estar ya cambiando la ecología de las enfermedades infecciosas. Los estudios recientes han mostrado que el clima también influencia la abundancia y la ecología de los agentes patógenos, así como las relaciones entre éstos y las condiciones oceánicas cambiantes, incluyendo enfermedades del ser humano tales como el cólera. Vibrio cholerae está bien reconocido por ser responsable de una mortalidad significativa y de pérdidas económicas en los países en desarrollo, frecuentemente localizados en las áreas tropicales del mundo. En el ambiente marino, V. cholerae se encuentra enlazado a las superficies de plantas, de las algas verdes filamentosas, a copépodos, crustáceos e insectos. Se han elucidado los cambios ambientales específicos que amplifican el plancton y la proliferación bacteriana asociados que gobiernan el tiempo y la localización de la proliferación del plankton. Varios estudios han demostrado que las cepas ambientales de V. cholerae non-O1 and non-O139 y las de V. cholerae O1 El Tor y O139 son capaces de formar una biopelícula tridimensional en las superficies que proporcionan un microambiente, facilitando su persistencia ambiental en el ambiente acuático natural durante los períodos interepidémicos. La demostración de la influencia de los factores climáticos/ambientales en los patrones estacionales es crítica para comprender la variabilidad temporal del cólera en escalas de tiempo más prolongadas para mejorar la predicción de la enfermedad. Desde una perspectiva aplicada, la aclaración de los mecanismos que relacionan los cambios ambientales estacionales con la dinámica de la enfermedad ayudará al desarrollo de estrategias para controlar las enfermedades en diversas poblaciones humanas y en un rango de sistemas naturales

Palabras clave: Vibrio cholerae factores ambientales cambio climático variabilidad temporal.

2008-01-08   |   5,202 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 1 Núm.3. Diciembre 2007 Pags. 224-241 J Infect Developing Countries 2007; 1(3)